8 de marzo de 2010

Esclavo sin rostro

Blanco y negro.
Alegria y tristeza.
Placer y dolor...

Un cuerpo desnudo tendiendo su mano.
Un sillón vacio esperando quien lo ocupe.
El Dominio reposando sobre su ombro.

Esclavo sin rostro...tus profundos y oscuros ojos
aun así se intuyen.
Ojos que hablan, que suplican, que imploran;
ojos que brillan de pasión, deseo y entrega.

Esclavo sin rostro...ofreciendo todo su ser.
Cuerpo desnudo, poderoso y resistente cual gladiador.
Cuerpo desnudo, frágil cual mariposa.

Esclavo sin rostro... esencia de Mi Deseo.
Este es Mi sillón y el resto ya lo sabes...

Blanco y negro.
Alegria y tristeza.
Placer y dolor...


MB

9 de noviembre de 2009

Los mil y un dias en el pais de... las mil y una noches. Cap. II

CAPITULO II. 1

Tenía todo preparado; la tumbona, las toallas, cubitera, las copas...

Dio media vuelta y regresó con rapidez a la casa... ufff... había tenido suerte, ella todavía dormía. Sigilosamente se acurrucó a sus pies esperando que llegara el momento de despertarla.

Las 9 ... ya era la hora.

Empezó a besar lentamente sus pies, chupando cada uno de sus dedos... poco a poco, fue subiendo por su piernas hasta llegar a la sagrada cueva del placer de su Diosa y Ama.

Con la lengua recorría su sexo, lamiendo, saboreando el dulce néctar que empezaba a recibir. Notó como las manos del Ama sujetaban su cabeza y la apretaban más y más contra ella.

Oía sus gemidos y cada vez su lengua se hundía y penetraba con más rapidez aquel sexo ávido de placer y, era su obligación, deber y también su satisfacción proporcionar el máximo placer a su Dueña y Señora.

Mmmmm... Lady volvió a gemir y tras un gran estremecimiento su cuerpo se relajó.

Ryc succionó todo lo que su Ama le daba, deleitándose con aquel dulce sabor. Limpió todo sin dejar ni una gota; seguidamente bajó de la cama, ayudó a su Señora a levantarse y quedó de rodillas a sus pies esperando nuevas órdenes.

Fue hacia el baño y chasqueó sus dedos. Ryc sabía que iba a orinar y que debía ir a 4 patas tras ella para limpiar su sexo con su lengua cuando hubiera acabado.

Pidió permiso para quitar su braguitas de encaje. Las iba bajando con sumo cuidado para no rozar con sus dedos la piel de su Ama. Ella le señaló la gran bañera y él se colocó tumbado boca arriba.

La imagen de su Señora desde esa postura era impresionante y él se sentía se sentía más pequeño que un gusano. Abrió todo lo que pudo su boca de perro para recibir el cálido líquido... bebiendo, ahogándose en el.

Su alma de esclavo se sentía pletórica al oír aquel sonido... aquel olor tan ansiado durante meses.

Ya había acabado y Ryc se incorporó, secó el sexo y el ano de su Dueña con su lengua hasta dejarlo reluciente.

Sentía el placer de su Ama al usar a su perro de esa forma. Cuidadosamente subió y colocó de nuevo sus braguitas. Salieron del baño.

Sobre la cama había dejado preparada la camisola y el biquini negro. La ayudó a cambiarse, cepilló sus cabellos y salieron hacia la playa.

El día era espléndido.

- Métete en el agua y dime si está muy fría - le ordenó

- Si Ama

Fue hasta la orilla, se lanzó al agua, dio dos brazadas , volvió a salir y se postró de nuevo ante ella.

- Mi Señora, creo que la temperatura será plenamente de su agrado.

- Muy bien esclavo, entonces vamos allá.

Se sumergieron en las cálidas aguas.

Lo tenía frente a ella, se acercó a su pecho y mordisqueó sus pequeños e insignificantes pezones, se diría que se escondían pero, con las yemas de sus dedos los pinzó firmemente y tiró de ellos. Mientras lo hacía vio como en el rostro de su siervo se reflejaba la expresión de dolor y de placer que experimentaba en ese instante.

Lady se restregaba contra su cuerpo... provocándolo... mmmmmmm... si, disfrutaba con ello. Le gustaba excitarlo, ver como su pene se ponía erecto pese a los grandes esfuerzos que hacía para mantenerlo en reposo.

Lo asió por los testículos apretándolos con fuerza.... su perro seguía con la cabeza inclinada y sin atreverse a levantar la mirada.

Estaba disfrutando... el agua acariciaba sus cuerpos y ella estaba cada vez más y más excitada.

Volvió a morder y a tirar de sus pequeños pezones mientras sus manos asían y tiraban de su pene...mmmm...estaba duro y erecto

Sí, iba a ordeñar a su perro lamedor, iba a jugar un rato con él.

Mmmm.., cada vez que estaba a punto de eyacular la avisaba y ella se detenía presionando sobre sus testículos para evitar que se corriera. Seis veces le hizo detener y en la última, lo soltó, se dio media vuelta y salió del agua.

_ "No es tu momento todavía y ya veremos si luego te lo permito".

_"Lo que diga mi Señora, usted decide2 respondió.

Lady se estiró sobre la tumbona mientras su esclavo la secaba delicadamente con una toalla.

_"Voy a tomar el sol un rato, mientras, ve a la casa y prepara la comida. Tiens 20 minutos luego te quiero aquí".

_"Puedes retirarte".

_"Si Ama, con su permiso me retiro".

No tardó ni 2 minutos en llegar a la casa, se dirigió a la cocina, hizo la comida, preparó la mesa y dejó todo a punto de revisión. Antes de salir echó una última mirada para comprobar que todo estaba en orden.

Rápidamente volvió para postrarse a los pies de su Ama.

_"Mi Señora, la comida está servida"

_"Bien, espero que esté todo como a mí me gusta".

En cuanto entraron en la casa, Ryc se desnudó y se puso las muñequeras. Ese era su uniforme.

Seguidamente sirvió la comida a su Dueña y se arrodilló a sus pies bajo la mesa.

De tanto en tanto, ella cogía una pequeña porción de la comida, la masticaba y se la daba a comer. El lamía y lamía la mano hasta no dejar ni una insignificante migaja.

A veces Lady le engañaba y cuando iba a lamer, no había nada en la palma de su mano, entonces él, se limitaba a chupar los dedos de su Ama mientras ella jugaba clavando las uñas en su paladar, tirando hacía arriba como si lo fuera a colgar y mientras lo hacía le preguntaba:

_"De quien es este puto perro lamedor?

_"Soy sólo suyo Ama."

_"Bien perrito, respuesta acertada! ... sí, vas a tener tu premio..."

_"Gracias Ama" respondió Ryc

Entonces ella colocó trocitos de comida sobre sus piernas y él iba comiendo y restregando su lengua por ellas.

_"Mmmm... muy bien perrito...sigue..." y el perrito seguía lamiendo cumpliendo así los deseos de su Dueña.

_"Deja de lamer y trae el postre" - le ordenó

_"Si Ama"

Al volver de la cocina, como iba de rodillas vertió un poco del jugo de la macedonia que portaba.

_"¿Pero qué haces perro torpe? limpia eso inmediatamente"

_"Si Ama, lo siento mucho Ama" . Sus palabras se ahogaban casi antes de salir de su garganta.

Sin perder un segundo, su lengua empezó a limpiar el líquido derramado en el suelo.

_"Eres un perro torpe, estúpido e inútil y en cuanto acabe de comer recibirás tu castigo".

_"Perdón Ama, perdone a este torpe perro"

_"El que te perdone no te librará del castigo, o es que no lo sabes?"

_"Lo sé Ama" contestó sin levantar la vista del suelo.

_"Pues...ya te puedes ir preparando"

Bufff, prepararse? Era imposible prepararse, nunca sabía que castigo iba a recibir, su Dueña era siempre imprevisible en estas cuestiones.

_"Trae la llave de la habitación especial! "le ordenó

_"Enseguida Ama".

Lady se levantó y su esclavo, cual sombra, fue tras ella.

El momento había llegado... iba a pagar por su torpeza.

17 de septiembre de 2009

Los mil y un dias en el pais de ... las mil y una noches

CAPITULO I
Recogió las maletas de la cinta y las puso en uno de los carros; lentamente se dirigió a la puerta de salida, la cruzó e hizo una barrida con la mirada por todo el hall.
Allí estaba él con el cartel con el nombre de "My Lady" alzado sobre su cabeza rapada. Era inconfundible.
En cuanto él la divisó avanzó hacia ella, inclinó la cabeza,, besó la mano que su Ama le tendía y quedamente dijo: "Bienvenida a casa mi Dueña".
- "Hola esclavo, coge mi equipaje y vámonos ya de aquí, estoy cansada."
- "Si mi Ama"

Ella caminaba con paso firme y seguro hacía el aparcamiento... su esclavo, unos pasos atrás la seguía.
Abrió la puerta del vehículo, la ayudó a acomodarse en su interior y cargó el equipaje en el maletero.
A los pocos minutos rodaban rumbo a la casa. Durante el trayecto ella se dedicó a realizar varias llamadas telefónicas; tras finalizar una de ellas le espetó:
- " En cuanto lleguemos quiero que me sirvas un té bien frio, que lleves las maletas a mi dormitorio y te presentes ante mi como es tu deber ¿entendido perro?.
- "Así se hará mi Ama" balbuceó.

Ella sabía que Ryc, su esclavo, estaba nervioso, excitado y emocionado por tenerla, al fin, allí.

No había sido fácil; era mucha la distancia geográfica que los separaba. El ansiaba servirla día y noche, ser su secretario, su cocinero, mayordomo, masajista, su wc, ser todo para ella pero, aún así, a pesar de su deseo, se había vuelto atrás en numerosas ocasiones ya que no acababa de aceptar esa situación.
Ese comportamiento a ella le disgustaba, la relación había sido muy intensa desde el primer momento, él se había entregado totalmente a su dominio, sabía que ella era el Ama que siempre había buscado y ahora, estaba allí, sentada en el asiento posterior. Su sueño empezaba a ser una realidad.
Llegaron a la casa, con dificultad consiguió abrir la puerta, sus manos temblaban y le costó atinar para meter la llave en la cerradura, dejó paso a su Ama.

Ella se dirigió al salón y se sentó en la gran butaca blanca que lo presidía.
Rápidamente Ryc fue a la cocina y al momento le sirvió el té que le había pedido; hecho esto pidió su permiso para ausentarse y una vez concedido se fue volando a llevar el equipaje al dormitorio y se preparó para presentarse, como correspondía, a su Diosa.

No habían transcurrido más que unos pocos minutos cuando, desnudo, con una fusta entre los dientes, con la cabeza inclinada y la mirada baja, se arrodilló ante ella y musitó:
- "Señora, aquí tiene a su siervo"
Ella se incorporó y le ordenó :
- "Acércate"
Poco a poco se aproximó hasta llegar a menos de medio metro y allí, se detuvo.
_" Acércate más, te quiero a un palmo de mis pies".
A cuatro patas siguió acercándose hasta ella y volvió a detenerse. Mmmm, ya notaba el anhelado aroma de su cuerpo... ya casi percibía su calor...
_"Mírame" le ordenó Lady.
Levantó la cabeza y , aquella mirada, aquellos ojos , se clavaron en él como una saeta dejándolo más desnudo de lo que ya estaba.
Lady alargó la mano, cogió la fusta de su boca y señaló con su dedo hacia el suelo ... él cayó postrado a sus pies.
Sus labios besaron delicadamente los zapatos de su Dueña. Lo hacía poco a poco como si quisiera que cada uno de aquellos besos quedara grabado en su memoria.
Lamia las suelas, chupaba su punta, metía el tacón en su boca... aquello era la gloria tan esperada.
_"¡ Quítamelos de una vez perro!" , y al instante, cumplió lo ordenado.
Ella puso uno de sus pies entre sus manos y él, como si de una porcelana se tratara, lo mantuvo entre ellas...lo observaba, rozaba aquella piel tan deseada y ya, sin más preámbulos se dedicó a lamerlos y besarlos con total adoración ante la complacida mirada de Su Señora.
Lady disfrutaba con todos y cada uno de aquellos lametones... su cuerpo se estremecía de placer al sentir aquella lengua húmeda y caliente recorriendo su piel mientras ella jugueteaba con el sexo de su esclavo golpeándolo con la fusta.
No sabía cuánto tiempo había transcurrido pero, apartando sus pies ordenó:
_" ¡ Quieto!"
Dicho esto, se levantó y mientras se dirigía al dormitorio le dijo con voz firme
_" ¡Sígueme!"
A cuatro patas él fue tras ella.

............. continuará.

4 de junio de 2009

La mascota

Lo tenía frente a mi y mientras le hablaba iba realizando lo que decian mis palabras.

"Me encanta azotar y luego acercarme y soplar donde he azotado.
Así, las piernas separadas…. los ojos vendados,
que sólo se oiga mi taconeo…,
sabiendo que estoy aquí, que me presientas…
Acercarme y rozar suavemente con la fusta…
alejarme,
que notes mi calor, mi olor
y luego, cuando menos te lo esperas...¡¡zás!! y descargué un latigazo sobre su piel.
-Gracias Señora.
Pero te has movido y eso comporta ... ¡¡ zás!! descargué otro más
-Gracias Señora.
y otro,
y otro,
y otro... y así hasta tener las nalgas enrojecidas.

Me acerco y una brisa calma tu escozor,
te soplo suavemente

-Gracias Señora, muchas gracias por esa brisa que usted provoca.

Recorro tu pecho con mi fusta
subo....
bajo....
notas mi aliento cerca de tu cara,
acaricio tu cabello y.....
coloco unas pinzas en tus pezones, murmuras... tus palabras no se entienden
pero tu gesto es de placer y dolor.

- Se lo agradezco Señora, por perder su tiempo en educarme y castigarme a su gusto.

Mi latigo se desliza y recibes pequeños golpecitos en tus genitales.

- Son merecidos Señora.

Casi sin control sobre tus actos, si poder moverte, sin poder ver...
pongo unas pinzas en tus testiculos... estas a mi merced.

-Gracias Señora.

Tiro de las pinzas de tus pezones, mmm...
dolor y placer,
entrega y sumision.
doy vueltas a tu alrededor, descargo mi látigo ¡zás!

-Gracias Señora.

¡ zás!

-Gracias Señora.

Sigo caminando a tu alrededor,
te quito las pinzas del pecho

- Gracias Señora, gracias.

Mis dedos húmedos refrescan tus pezones,
algo que agradece todo tu cuerpo
sigo bajando...
quito las pinzas de tus testículos, una a una, lentamente y
con cada una de ellas, esa mezcla de dolor y placer que produce…
Mi látigo los acaricia...mmm, notas algo frio,
estoy vertiendo agua sobre ti, mi lengua recoge algunas de esas gotas;

-"Puedes estar contento, eso es un privilegio para un perro como tú." te digo.

Bajo poco a poco tus brazos…
los libero de la barra,
libero tus piernas,
te quito la venda y agachas la mirada al suelo,
yo, lentamente me voy a descansar a un sillón.
Arrastrándote como un gusano vienes hacia mi,
te agarras de mis piernas y con suma delicadeza me quitas los zapatos.
Lentamente los masajeas, los besas, los lames…
tu lengua recorre mi piel, mientras, mi otro pie juguetea con tu sexo.

Te cojo de la barbilla y te obligo a mirarme fijamente,
mis ojos se clavan en ti, sabes que estoy hurgando en tu interior,
en tu mente, en tu cuerpo, en tu alma,
quiero doblegarte a mí, serás un todo en uno;
perro y esclavo
siervo y sumiso,
siempre a mis pies… esperando una mirada, una orden.
Cruzo las piernas y pongo el pie en tu boca…
sigues con tu trabajo, lentamente, con deseo, con adoración, entregado a tu tarea.
Mi mano vuelve a acariciar tu cabeza con dulzura.

-“Te estás portando muy bien y eso me gusta, eres un buen perro”.

-”Gracias Señora, es un honor para mí, honor que le pagare como usted elija,
sin dudar, sin quejas, con mi frente pegada al suelo, enjaulado,
vendado de ojos para que no vea nada que usted no quiera y solo cuando usted quiera.
Señora, comeré de su mano como… su mascota fiel.”


MJ.Sago B.04.06.09

19 de mayo de 2009

Llegará el día

Llegará el día de tu verdadera entrega.
Llegará el día en que ese collar se hará invisible

Únicamente tú lo verás
Únicamente tú lo sentirás
Sólo entonces tu corazón, libre, volará hasta mí
Cuerpo..., Alma..., Mente..., Corazón... entrega total
Y en ese dulce momento
Yo verdaderamente seré… Tu Ama, Tu Dueña...Tu Diosa.

Llegará el día de tu verdadera entrega
Llegará el día en que tú, al fin, serás totalmente mio.


B.19.05.09

14 de abril de 2009

El bar

Enfundada en su traje de cuero, caminaba contoneando sus caderas. El la seguía unos pasos por detrás.
Llegó a la barra y se acomodó en un taburete; al instante el cayó postrado a sus pies, bajando la cabeza.
Ella pidió que le trajeran un cuenco con agua e indicó que lo dejaran en el suelo, a sus pies; hecho esto tomó su copa y dio un sorbo a su cóctel. Con la mano que tenía libre acariciaba la cabeza del hombre que seguía de rodillas a sus pies.
- “ Ya puedes beber pero, cuidado, no vayas a derramar agua en el suelo”
- “Gracias mi Ama” musitó el hombre y dicho esto se puso a beber del cuenco como lo hacen los perros.
- “Ya has acabado?” le preguntó
- “ Si mi Ama”
- “Ahora vernos si lo has hecho con cuidado tal como te dije”. Seguidamente, se inclinó y miró hacia el suelo.
- “Pero… ¿esto qué es? “-exclamó
- “Has vertido agua en el suelo, uhm…veo que eres un perro muy pero que muy poco cuidadoso”
Él bajó la mirada y su cuerpo se diría que empequeñeció. Sabía que su negligencia le iba a valer un castigo por parte de su Ama.
Efectivamente, a los pocos minutos le indicó que la siguiera y sin pensarlo tan siquiera un instante fue tras ella.
Al final del local un gran tapiz cubría una de las paredes. Al llegar frente a ella se detuvo y con suavidad apartó un extremo, cruzó el umbral y bajó unas escaleras. Él la seguía temeroso.
Llegaron a una gran sala. Al mirar la estancia por el rabillo del ojo sus temores quedaron confirmados; ante él se extendía como si de un gran bazar se tratara toda suerte de látigos, máscaras de cuero, pinzas, cadenas…mil y un artilugios para aplicar cualquier castigo que se pudiera imaginar. Potros, cepos hasta incluso una cruz de San Andrés. Ante tal visión notó como si le faltara el aire.
-Se puede saber a qué esperas? le espetó su Sueña.
-“Enseguida My Lady” y dicho esto se despojó de toda su ropa y corrió de nuevo a arrodillarse a los pies de la Dama.
-“Perdón mi Señora” –imploraba
-“Sabes que no puedo dejarte sin castigo, has de aprender y soy Yo quien te debe enseñar”.
Dicho esto, lo arrastró tirando de su collar hasta el cepo que tenía a su izquierda y allí lo inmovilizó. Ahora sólo podía oír su taconeo, moviéndose de aquí para allá.
Fiuuuuu!! Oyó el chasquido de un látigo y su piel se erizó
Tap, tap, tap…nuevamente el taconeo.
- “Por favor mi Señora , este perro no volverá a cometer esta falta…por favor…perdóneme”- suplicaba.
La respuesta no tardó en llegar…¡¡ zas!! Su nalga notó como si algo le hubiera dado un mordisco…¡¡zas!! Nuevamente sintió el escozor en su piel.
-“¡cuenta!”
-“Si mi ama, dos…¡¡zas!! Gracias Ama…tres…¡¡zas!! Gracias Ama…cuatro…¡¡zas!! Gracias mi Ama… y así siguió contando hasta diez.
El culo le escocía, imaginaba que lo debía tener al rojo vivo pero había logrado que ni un quejido saliera de su boca.
La mano enguantada de su Ama le acarició la piel y el frio tacto del cuero le alivió momentáneamente. Seguidamente ella lo liberó del cepo y pausadamente se acomodó en una gran butaca.
Levantó un poco la mirada y su cuerpo se estremeció de placer. Allí sentada, su Ama parecía una diosa, era su Diosa.
-“Acércate y arrodíllate frente a mi”. Así lo hizo.
-“¡Mas cerca!” Y él avanzó un poco más.
-“¡Más cerca, pero sin tocarme!” Nuevamente avanzó hasta quedar casi tocando sus rodillas.
_”Ahora, alza los ojos y mírame!” le ordenó. Así lo hizo y fue entonces cuando ella separó ligeramente sus piernas y empezó a acariciar su sexo muy lentamente.
-“¿Te gusta lo que ves?” le preguntó sonriendo
-“Si mi Ama” contestó y ella, se siguió acariciando.
Él la miraba excitadísimo, oía sus suspiros, sus gemidos de placer; al tiempo notaba como su miembro sufría una gran transformación, como su corazón se aceleraba..ufff…ojalá algún día le permitiera poseerla pero…sabía que eso era un sueño, algo inalcanzable, él sólo era su perro, su esclavo.
-“Mmmmmm…” un gran gemido inundó la sala. Los ojos de su Ama se posaron en los suyos y notó como el pie de ella jugueteaba con su miembro erecto.
-“¡¡Acércate más!!” le ordenó - “y ahora, limpia a tu Ama como ya sabes”
Al instante, su lengua recorría delicadamente el sexo de su Dueña deleitándose en tal dulce cometido. Al fin y al cabo, el premio bien merecía el castigo.
MJ.Sago B.14.04.09

3 de enero de 2009

Historia de Su

"Ella estaba tumbada cerca de su ama, sin siquiera rozarla....su aroma, su calor...todo lo percibía en el aire. La miraba y, admiraba con disimulo sus curvas... deseaba que despertara...deseaba sentir el roce, el sabor de su piel, esperaba con ansia que le ordenara tumbarse a sus pies y así poder agarrarse a sus piernas...deseaba...."
...."Deseaba.... un chasquido la hizo volver a la realidad, su ama había despertado. Señaló el suelo y ella comprendió. De un salto se puso a sus pies, de rodillas, con la mirada clavada en el suelo.
-No me has despertado cuando te dije y ahora...
-Lo siento mi señora, podrá perdonarme?
Su pregunta no obtendría respuesta, conocía muy bien a su ama y sabía que iba a recibir un castigo por su negligencia.
-Vístete!! Le espetó.
Susi se puso inmediatamente su collar y volvió a postrarse a sus pies. Con firmeza, su señora tiró de él y la llevó hasta la habitación que tan bien conocía. Al entrar en ella su cuerpo se estremeció. Allí estaba todo lo que le producía temor y a la vez la sumía en un inmenso placer...."
Y eso es lo que te esperaba en esa habitación.
Tapé tus ojos y coloqué las argollas en tus tobillos y muñecas...tiré de ti. Habías visto la cruz y sabías que iba a amarrarte a ella. Abierta de piernas y brazos sin poder ver...totalmente expuesta a mí.
Si, me estaba cambiando de ropa, movía los juguetes en la mesa, oíste el chasquido del látigo y tu temor, mezclado con tu excitación iba en aumento. Mis pasos se acercaban y podías notar mi aliento, cálido cerca de tu nuca. Mis labios rozaron tu hombro y mis manos aprisionaron tus pechos.....clavé los míos en tu espalda mientras tiraba de tus pezones, erectos como torres....
-Te gusta, verdad perra?
-Sí mi amo- fue tu respuesta.
-¿Cómo? ¿Me has llamado Amo? ¿Se puede saber en quien estás pensando, zorra?
-Perdón ama, perdón… no sé que me ha pasado… perdóneme por favor. –suplicabas.
Ya no escuchaba tus palabras, tu ofensa había sido grande y los celos se apoderaron de mi..
¡¡Bobby, Johnny ¡! Venid aquí de inmediato, grite.

A los pocos minutos ambos estaban a mis pies.
-Dadme el látigo!! Esta perra se va a enterar.

Un chasquido sonó en el aire y el segundo estalló en tu piel. Así , uno tras otro, sin parar, iban enrojeciendo tu espalda .
–Quieta, ni te muevas!! grite.
-No lo haré Señora pero… por favor, perdóneme…
Seguía sin escucharte y mi látigo seguía arañando tu piel …fue entonces cuando…
-Soltadla de la cruz y dejadla en el suelo, ordene a mis otros sumisos.
Caíste y de rodillas te acercaste hasta mi. Querías besar mis pies, agarrarte a mis piernas pero un puntapié te lo impidió.
A mi indicación se acercaron a ti.
-No le dejéis ni un solo agujero por tapar, ¿me habéis entendido?
-Si , Señora, respondieron al unísono.
Temblabas, el temor a lo que te iba a pasar era inmenso.
Mientras uno te follaba, el otro te sodomizaba y yo, desde mi trono, acariciaba mi sexo y miraba sonriente la escena . Todo aquello no iba a acabar hasta que tus súplicas, tus gemidos y tú llanto me hubieran satisfecho.
Te miraba y sabía que aunque pareciera un castigo, a ti… te encantaba. Te estaba dando lo que más te gustaba.
Llamé a uno de ellos para que me diera más placer del que ya tenía; verte expuesta, azotada y sodomizada… ummmmm….me había puesto muy caliente.
Tus gemidos, unidos a los míos llenaron la estancia y cuando acabé les ordené:
-Llevadla con cuidado a mi dormitorio y encended unas velas, después…marchaos.


Te cogieron en brazos y como si fueras una pluma te dejaron sobre mi cama.
Al llegar puse una suave música y a la luz de las velas, me tumbé junto a ti… mis labios enjuagaban tus lágrimas, mi lengua refrescaba tu piel enrojecida y mis manos acariciaban tus cabellos. Lentamente tu respiración se acompasó y dejaste de gimotear. Susurré tan sólo unas palabras a tu oído…stand by me… quédate conmigo…


MJsago B. 02.01.09

30 de diciembre de 2008

Johnny 2ª

Tu ama esta enfadada, muy enfada.
Me había tenido que ausentar por unos días y mis llamadas de control no habían obtenido respuesta. ¿Qué estaba ocurriendo? Decidí volver sin avisar. Desde un coche, no el mio por supuesto, te vigilaba. No tuve que esperar mucho. Te ví allí en la esquina, paseando nervioso y entonces apareció ella. Se acercó a ti y tras unas palabras seguiste sus pasos. Pasasteis junto al coche y me percaté de que no llevabas mi collar... era otro totalmente diferente. ¿Era ese el motivo de tus silencios? ¿Estabas buscando, tal vez, otra ama y señora?
Cuento las horas que faltan para tenerte de nuevo a mis pies. Estoy enfada, muy enfada. Pensaba en dejar de ser tan estricta pero... aunque tenga que llegar al extremo de recluirte me dirás la verdad.
... Con tu señora no se juega a menos que lo permita, sólo yo tengo el poder, sólo yo decido y tú.... sólo debes obedecer, has de estar siempre pendiente, atento a mis deseos... si no es así.... que los dioses te amparen. Buscaré otro esclavo o ....tal vez una esclava y tú seguirás atado, sólo mirando o tal vez sin poder hacerlo pero jamás podrás escapar.


MJSago B.01.12.08

El castigo

Marqué su número y al segundo tono descolgó.Con voz temblorosa dijo: “a sus órdenes mi Señora”. Tan sólo pronuncié cinco palabras:”te quiero en casa ¡ya!” y colgué.
Sentada en el coche esperaba su llegada. No habían transcurrido ni veinte minutos cuando le vi abrir la puerta de la casa.Sin perder un minuto me acerqué y llamé. Al instante la puerta se abrió. Allí estaba vestido, cabizbajo y sin poder disimular su nerviosismo.
Le miré de arriba abajo y sin mediar palabra le solté una bofetada que retumbó en la salita de entrada. -¿Esta es la forma de recibir a tu señora? ¡Contesta!- No, mi señora. ¿Me das permiso para moverme?-Sí y ya sabes lo que tienes que hacer.Salió corriendo escaleras arriba y a los pocos minutos volvió totalmente desnudo y con su collar en la mano para que yo se lo pusiera.-Has sido malo, muy malo y sabes que cuando eso ocurre te he de castigar, seguro que después de tu castigo nunca más se te ocurre ser infiel a tu ama.- Sí, mi señora.Dicho esto até la correa a su collar e hice que me siguiera.Bajé las escaleras del sótano y al llegar abajo encendí la luz. Cuando vio todo lo que allí había sus ojos se abrieron desmesuradamente. Di un tirón a la correa y le obligué a tumbarse. Con un movimiento rápido le até las manos hacia arriba, puse unas correas en sus tobillos, tirando de ellas, sus piernas se elevaron y le até los pies casi a la altura de las manos quedando de esta forma totalmente expuesto.-No mi señora, eso no- imploraba- nunca más seré infiel, soy solo tuyo.Pero de nada le iban a servir sus lamentos, hoy quedaría claro quién tenía el poder, quien era su ama y señora….
Al final, seguro que iba a disfrutar con su castigo, siempre disfrutaba, al fin y al cabo su ama nunca le hacía daño, no era tan pérfida ¿o sí?

MJSago B.10.12.08

20 de noviembre de 2008

Un sueño ?

Abrió la puerta, traspasó el umbral y exhaló un profundo suspiro.
Al fin estaba en casa. El día había sido agotador.
Dejó las llaves en el taquillón de la entrada y se dirigió directamente al dormitorio.

Abrió el armario y por unos momentos detuvo su mirada frente al espejo. No, aquel ya no era el cuerpo sumamente estilizado de su juventud pero, aún así, todavía conservaba ese punto atractivo.
Si, el traje gris, aquellas medias con costura, los zapatos negros de tacón y la melena cayendo sobre su espalda la favorecían enormemente.

Se gustaba y sabia que él también la deseaba así.

Desabrochó su falda y esta cayó a sus pies. Uno a uno fue liberando los botones de la camisa y así, en ropa interior, se tumbó en la cama. Nuevamente suspiró.

Cerró los ojos. El sólo recuerdo de su último encuentro provocó que todo su cuerpo se estremeciera. Notó como sus pechos se tornaban turgentes, sus pezones se ponían erectos y un sutil calor se apoderaba de ella.
Necesitaba sentirle de nuevo.
Sus manos acariciaban su rostro, sus dedos se deslizaban por sus labios, húmedos, jugosos......resbalaban por su cuello..... se detenían en su pecho y allí se recreaban. Su piel era suave, cálida.... poco a poco fue bajando hasta detenerse en su pubis. Estaba húmeda, excitada.
Su mano, ansiosa de procurarse placer se acercaba a su sexo y con delicadeza fue abriendo suavemente aquellos labios ardientes.... mientras que sus dedos se perdían en su interior. Estaba mojada, muy mojada.... ardía en deseos de llegar a su máxima excitación.

Súbitamente dejo de reconocer su tacto, ya no eran sus manos las que recorrían su cuerpo, ya no era su calor el que la hacía estremecer.....era el.
Inspiró profundamente y hasta ella llegó el aroma de su piel, ese aroma tan varonil, esos dedos suaves como plumas que tan bien conocía.
No quería abrir los ojos, no quería despertar de ese sueño tan real, no quería dejar que el se escapara.

Quería tenerlo cerca,... quería sentir toda su fortaleza,... quería notar su palpitar,.... quería.....que la poseyera.
Su ritmo se aceleró, .... sentía como su boca la recorría de arriba abajo, como la lamía, como la succionaba, ..... como se apoderaba de todo su ser.
Su cuerpo se convulsionó, un grito de placer se adueñó de toda la estancia y su cuerpo quedó sobre la cama totalmente desmadejado. No se podía mover, sólo podía sentir. Sus ojos brillaban, sus labios buscaron un beso..... su rostro una dulce caricia....

Ojala el pudiera verla en estos momentos.